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jueves, 22 de mayo de 2014

Alergia a la lactosa en niños

Alergia a la lactosa en niños

alergia alimentaria
Intolerancia lactosa


La proteína de la leche de vaca es una de las causas mas comunes de reacciones alérgicas en los niños en los primeros años de vida, con diversas manifestaciones como dificultades respiratorias, vomito, síntomas dermatológicos y en el sistema gastrointestinal. Puede afectar a cerca de 2-3% de los niños en su primer año de vida, manifestándose generalmente antes del primer mes de vida, normalmente 1 semana después de la introducción de formulas a base de leche de vaca.En general, la alergia a la leche de vaca abarca una variada gama de síntomas que van desde aquellos relativamente inofensivos, hasta manifestaciones de gravedad. En la mayoría de los casos uno o dos síntomas esta presente con cerca de 50-60% de los niños presentando síntomas cutáneos (en la piel), 50-60% de los niños presentando síntomas gastrointestinales, y aproximadamente 20 a 30% de los niños manifestando algún tipo de síntoma respiratorio. Algunos de los síntomas comunes incluyen la dermatitis atópica, cólicos, reflujo, como también problemas gastrointestinales crónicos y agudos.

Factores de intolerancia a la leche

Resumimos abajo algunos factores que son generalmente usados para el diagnostico de la alergia a la leche de vaca (recuerde que el diagnostico solo puede ser realizado por un medico calificado, a través de análisis de síntomas, exámenes y de la respuesta al tratamiento):
  • Asociación de los síntomas a la ingestión de leche
  • Síntomas que afectan mas de un órgano (como la piel, sistema gastrointestinal y respiratorio)
  • Histórico de atopia en la familia;
  • Exclusión de la posibilidad de intolerancia a la lactosa, generalmente presente en niños de mas edad y donde el principal síntoma es fuerte diarrea después de la ingestión de leche de vaca;
  • Resultados positivos para pruebas de alérgia o indicadores de inflamación (por ejemplo exámenes cutáneos, exámenes de sangre o detección de eosinofilia en el cuenteo sanguíneo)
  • Tratamiento para otras causas que no resultan en el desaparecimiento de los síntomas.
Una de las llaves para el tratamiento bien sucedido es el diagnostico preciso por el medico, seguido de la eliminación completa de la leche de vaca de la dieta del niño y de la madre caso todavía este amamantando. Como substituto de la leche, las formulas de hidrolizados proteicos son ampliamente usadas, aunque cerca del 10% de los niños con alergia a la proteína de la leche de vaca sean intolerantes a estas formulas y necesitan de formulas de aminoácidos. Otras formulas a base de soja, arroz u otros leches de mamíferos no son recomendadas por la posibilidad de reacciones cruzadas (o sea, reacciones alérgicas desencadenadas por la semejanza entre los componentes de estas formulas y a las proteínas a las cuales el niño es alérgico), además del hecho de que pueden no alcanzar a suplir todas las necesidad nutricionales del niño.
Es importante que la dieta y tratamiento sean constantemente monitoreados por el medico, para que no haya problemas de deficiencia nutricional, como por ejemplo de calcio (que puede causar problemas en el crecimiento). Un diagnostico correcto, aliado al acompañamiento medico y a la educación de la familia en relación al tratamiento de los síntomas y posibles reacciones, además de la mantención de una dieta nutricionalmente completa son necesarios para la eliminación de los riesgos que la alergia trae y el desarrollo saludable del niño.
Del lado positivo, se conoce que la alergia a la leche de vaca normalmente desaparece en los primeros años de vida, con 60-75% de los pacientes volviéndose tolerantes a la proteína con la edad de 2 años y 84-87% a los 3 años de edad. Además de esto, el estudio de las estrategias para prevenir el desarrollo de la alergia a la leche de vaca, han recibido bastante interés. Según la Academia Americana de Pediatría y la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica, hay evidencias de que el amamantamiento materno exclusivo, o la utilización extensa de formulas de hidrolizados proteicos, juntamente con la eliminación de alimentos sólidos que contienen productos lácteos en los primeros cuatro a seis meses de vida pueden reducir la incidencia de la alergia en niños con alto riesgo de desarrollarlas (por ejemplo parientes en primer grado con diagnostico medico de enfermedad atópica).

Alergia a alimentos del mar

Alergia a alimentos del mar

Los llamados ‘frutos del mar’ (camarón, langosta, jaiba, calamar, cangrejo, marisco entre otros) y los pescados desempeñan un rol importante en la salud y la nutrición de los seres humanos. El crecimiento internacional de los productos marinos refleja la popularidad y alta frecuencia de su consumo en varios países. Lamentablemente, su mayor producción y consumo llevaron también al aumento de la frecuencia de problemas de salud – fundamentalmente alergias – entre los consumidores.
En las comunidades y poblaciones en las cuales se estudió la alergia, se observa que el predominio de la alergia a los productos marinos acostumbra a ser mayor cuanto mayor es su consumo por la población en cuestión. Se considera generalmente que los crustáceos (por ejemplo camarón, langosta, jaiba y cangrejo) y los pescados se encuentran entre los cuatro grupos alimentarios que provocan más reacciones anafilácticas graves. De hecho, en un estudio en el cual se analizaron las internaciones por reacciones alimentarias en salas de emergencia de hospitales norteamericanos, los crustáceos fueron el grupo más frecuentemente responsable por la reacción en las personas mayores a 6 años.Algunos estudios indican que la alergia a los pescados y frutos del mar estaría presente en el 1,3% a 1,9% de la población. Y la alergia a los pescados y crustáceos es común no sólo en occidente, sino también en países asiáticos, en los cuales es frecuente y significativa tanto entre los adultos como en los niños. En general, la alergia a los frutos del mar tiende a persistir por toda la vida.

Características clínicas

El patrón de síntomas alérgicos después de la ingesta de frutos del mar es similar a la que ocurre en las reacciones alérgicas a otros alimentos: la mayoría de las reacciones se produce inmediatamente y normalmente se comunican en un período de hasta 2 horas. Particularmente luego de la ingesta de crustáceos los síntomas pueden producirse después de minutos, e incluyen picazón, hinchazón de los labios, boca y faringe. En el caso del camarón, la reacción alérgica puede desencadenarse después de realizar actividades físicas.

Reacciones cruzadas con otras fuentes de alérgenos

Las personas alérgicas al pescado y los crustáceos frecuentemente también afirman ser alérgicas a los ácaros y a los insectos. Se cree que estas ‘reacciones cruzadas’ (como se las conoce) se producen en función de la semejanza de una proteína presente en todos estos grupos, las llamadas tropomiosinas. Es decir que aunque una persona que nunca consumió frutos del mar podría tornarse alérgica a estos a través del contacto con otras fuentes de tropomiosina, como por ejemplo ácaros y algunos insectos (como las cucarachas) que poseen la tropomiosina semejante a la presente en los frutos marinos.

Tratamiento ante alergias a estos alimentos

Aunque las nuevas tecnologías y los descubrimientos puedan cambiar este escenario en un futuro no tan distante, en general el tratamiento de las alergias alimentarias, incluyendo las alergias a los alimentos marinos, se basa en la exclusión del alimento de la dieta. De hecho, la necesidad de indicar la presencia de componentes e ingredientes derivados de alimentos marinos ya es obligatoria en algunos países como Estados Unidos, Japón y Europa.
No obstante, cabe destacar que las reglamentaciones en relación con los rótulos todavía son limitadas en cierta forma. Primero, aunque ya existan pruebas para la detección de la tropomiosina de crustáceos (la proteína responsable de la reacción alérgica), todavía es posible que los consumidores tengan reacciones cruzadas en función de la presencia de la tropomiosina de otros insectos y ácaros en los productos (muy semejante a la tropomiosina de los crustáceos), la cual no sería detectada por dichas pruebas. Además, puede haber contaminación de los productos a través del uso de los propios equipamientos en las líneas de producción que reciben otros ingredientes, los cuales contienen los alérgenos. Sin embargo, se espera que con el desarrollo de las pruebas más específicas y sensibles, será posible detectar la presencia de los alérgenos de forma más segura.
Es importante recordarle a los que sospechan tener una alergia a los frutos del mar u otro alimento que se les recomienda siempre buscar un profesional de la salud especialista que podrá hacer los exámenes para determinar la presencia (o ausencia) y la naturaleza de la alergia, así como también recomendar el tratamiento adecuado.