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jueves, 22 de mayo de 2014

Alergia a alimentos del mar

Alergia a alimentos del mar

Los llamados ‘frutos del mar’ (camarón, langosta, jaiba, calamar, cangrejo, marisco entre otros) y los pescados desempeñan un rol importante en la salud y la nutrición de los seres humanos. El crecimiento internacional de los productos marinos refleja la popularidad y alta frecuencia de su consumo en varios países. Lamentablemente, su mayor producción y consumo llevaron también al aumento de la frecuencia de problemas de salud – fundamentalmente alergias – entre los consumidores.
En las comunidades y poblaciones en las cuales se estudió la alergia, se observa que el predominio de la alergia a los productos marinos acostumbra a ser mayor cuanto mayor es su consumo por la población en cuestión. Se considera generalmente que los crustáceos (por ejemplo camarón, langosta, jaiba y cangrejo) y los pescados se encuentran entre los cuatro grupos alimentarios que provocan más reacciones anafilácticas graves. De hecho, en un estudio en el cual se analizaron las internaciones por reacciones alimentarias en salas de emergencia de hospitales norteamericanos, los crustáceos fueron el grupo más frecuentemente responsable por la reacción en las personas mayores a 6 años.Algunos estudios indican que la alergia a los pescados y frutos del mar estaría presente en el 1,3% a 1,9% de la población. Y la alergia a los pescados y crustáceos es común no sólo en occidente, sino también en países asiáticos, en los cuales es frecuente y significativa tanto entre los adultos como en los niños. En general, la alergia a los frutos del mar tiende a persistir por toda la vida.

Características clínicas

El patrón de síntomas alérgicos después de la ingesta de frutos del mar es similar a la que ocurre en las reacciones alérgicas a otros alimentos: la mayoría de las reacciones se produce inmediatamente y normalmente se comunican en un período de hasta 2 horas. Particularmente luego de la ingesta de crustáceos los síntomas pueden producirse después de minutos, e incluyen picazón, hinchazón de los labios, boca y faringe. En el caso del camarón, la reacción alérgica puede desencadenarse después de realizar actividades físicas.

Reacciones cruzadas con otras fuentes de alérgenos

Las personas alérgicas al pescado y los crustáceos frecuentemente también afirman ser alérgicas a los ácaros y a los insectos. Se cree que estas ‘reacciones cruzadas’ (como se las conoce) se producen en función de la semejanza de una proteína presente en todos estos grupos, las llamadas tropomiosinas. Es decir que aunque una persona que nunca consumió frutos del mar podría tornarse alérgica a estos a través del contacto con otras fuentes de tropomiosina, como por ejemplo ácaros y algunos insectos (como las cucarachas) que poseen la tropomiosina semejante a la presente en los frutos marinos.

Tratamiento ante alergias a estos alimentos

Aunque las nuevas tecnologías y los descubrimientos puedan cambiar este escenario en un futuro no tan distante, en general el tratamiento de las alergias alimentarias, incluyendo las alergias a los alimentos marinos, se basa en la exclusión del alimento de la dieta. De hecho, la necesidad de indicar la presencia de componentes e ingredientes derivados de alimentos marinos ya es obligatoria en algunos países como Estados Unidos, Japón y Europa.
No obstante, cabe destacar que las reglamentaciones en relación con los rótulos todavía son limitadas en cierta forma. Primero, aunque ya existan pruebas para la detección de la tropomiosina de crustáceos (la proteína responsable de la reacción alérgica), todavía es posible que los consumidores tengan reacciones cruzadas en función de la presencia de la tropomiosina de otros insectos y ácaros en los productos (muy semejante a la tropomiosina de los crustáceos), la cual no sería detectada por dichas pruebas. Además, puede haber contaminación de los productos a través del uso de los propios equipamientos en las líneas de producción que reciben otros ingredientes, los cuales contienen los alérgenos. Sin embargo, se espera que con el desarrollo de las pruebas más específicas y sensibles, será posible detectar la presencia de los alérgenos de forma más segura.
Es importante recordarle a los que sospechan tener una alergia a los frutos del mar u otro alimento que se les recomienda siempre buscar un profesional de la salud especialista que podrá hacer los exámenes para determinar la presencia (o ausencia) y la naturaleza de la alergia, así como también recomendar el tratamiento adecuado.